17 de febrero de 2015

De paseo por Barcelona… Finca J. Muñoz Ramonet




Finca J. Muñoz Ramonet 


  • Distrito: Sarrià – Sant Gervasi



Un poco de historia.... del palacete y de los jardines

Hace escasas semanas tuvimos la oportunidad de poder pasear por los jardines del Palacete de Julián Muñoz Ramonet, que estarán abiertos al público durante los fines de semana, de diez de la mañana a cinco de la tarde, hasta finales del mes de marzo.

Pasado ese tiempo, los jardines, de gran valor histórico y patrimonial por las numerosas piezas artísticas que en ellos se exhiben, volverán a cerrarse al público, pues el Ayuntamiento de Barcelona llevará a cabo para entonces las obras de rehabilitación y accesibilidad del otrora suntuoso palacete al que pertenecen.

Situado en la calle Muntaner nº282-290, esquina con la calle Marià Cubí, el palacete, un edificio de tres plantas cuya construcción se remonta a 1912, se adscribe al estilo neogótico y fue diseñado por uno de los más importantes arquitectos catalanes de la pasada centuria, Enric Sagnier. Los jardines, por su parte, se proyectaron unos años después, en 1916, por el entonces famoso arquitecto paisajista francés Jean Claude Nicolas Forestier.

La Casa Muñoz Ramonet, también conocida como el Palau Marquès d’Alella –en honor de su primer propietario, Ferran de Fabra y Puig, segundo Marqués de Alella- vio modificado su más inmediato entorno cuando en 1933 parte de la propiedad en la que se ubica fue vendida para construir un conjunto de viviendas, lo que comportaría la desaparición de, también, parte de los jardines.

Tras la Guerra Civil, tanto la finca como los jardines fueron adquiridos por el empresario Julio Muñoz Ramonet –adepto declarado al régimen franquista- y su hermano Álvaro. Tras la compraventa, los nuevos propietarios acometieron, entre 1956 y 1957, la remodelación definitiva de los jardines, que corrió a cargo de Joan Mirambell.

Entrada a la Finca

Julián Muñoz Ramonet y su polémica herencia

Nacido un 19 de febrero de 1912 en el seno de una familia humilde, Juan Muñoz Ramonet acabaría amasando una gran fortuna, cuyo reparto, tras su muerte, generaría no poca controversia entre sus más allegados, lo que originó una larga batalla legal y alentó de nuevo a sus antiguos detractores, que siempre aludieron al origen supuestamente turbio de su fabulosa riqueza, amén de denostar su desmesurado afán oportunista.

De hecho, ganado el favor del régimen franquista –a lo que ayudó sobremanera su participación en el Servicio de Información y Espionaje Franquista-, Muñoz Ramonet acabaría convirtiéndose, tras la Guerra Civil, en uno de los hombres más ricos de su ciudad, Barcelona, lo que le llevó a adquirir Can Batlló, los almacenes El Águila, la Unión Industrial Algodonera, el Palau Robert –que acabaría albergando sus oficinas- y hasta el mismísimo Hotel Ritz.

Además de todo ello y como ya adelantáramos, Muñoz Ramonet también se haría, junto con su hermano, con el Palau Marquès d’Alella –que convertiría en su residencia habitual- y compraría un inmueble anexo, sito en la calle Avenir, en el que acabaría residiendo su madre.

Fachada principal del Palacio
Sin embargo, la más valiosa adquisición de Muñoz Ramonet, a la altura del propio palacete, fue, sin duda, la importante colección de arte perteneciente a Ròmul Bosch i Caterineu, mecenas, empresario y principal accionista de la Unión Industrial Algodonera.

La colección, que se hallaba depositada en el Museu d’Art de Catalunya desde que su propietario la utilizara como aval para poder hacerse con un crédito que salvara sus fábricas, fue conseguida por Muñoz Ramonet gracias a un acuerdo con las autoridades.

Esa fabulosa adquisición se componía de un importante conjunto escultórico y, sobre todo, pictórico, en el que destacaban pinturas pertenecientes a diferentes períodos históricos y movimientos artísticos –románico, gótico, barroco español, francés y flamenco- y firmadas por artistas tan sobresalientes como Goya, El Greco o Anglada Camarasa. Tan importante legado se vería además ampliado en la década de los setenta del pasado siglo con la compra de obras de artistas contemporáneos.

Escultura situada en el jardín
Si bien el palacete de la calle Muntaner se había convertido en su residencia habitual, Julián Muñoz Ramonet falleció en Suiza en 1991. En su testamento, escrito en alemán, legaría al Ayuntamiento de Barcelona tanto el edificio de la calle Avenir como el propio palacete y su colección de arte.

Sus hijas, que desde el principio se opusieron a los designios que su padre expresara en su testamento, alegaron que este documento no podía ser válido -pues su progenitor, al estar escrito en alemán, no podía entender lo que había firmado-, lo que dio pie a una larguísima batalla legal entre los descendientes de Muñoz Ramonet y el consistorio barcelonés

Escultura situada en el jardín
Finalmente, en 2007, tanto un tribunal de Landquart (Suiza) como el Juzgado de Primera Instancia de Barcelona declararon la plena validez del testamento del empresario catalán. Dos años más tarde, en 2009, la Audiencia de Barcelona ratificó la sentencia a favor del Ayuntamiento y el Tribunal Supremo desestimó el recurso interpuesto por las hijas de Muñoz Ramonet, confirmando así que tanto el palacete como las obras de arte en él depositadas pertenecían al Ayuntamiento de Barcelona.

El legal propietario de la herencia del empresario catalán no pudo obtener, sin embargo, las llaves de la finca hasta 2013 y, cuando finalmente se tuvo acceso al palacete, se descubrió que buena parte del legado artístico había desaparecido, por lo que el pasado año el Ayuntamiento de Barcelona interpuso una querella a las hijas de Muñoz Ramonet por apropiación indebida y estafa procesal, algo que aquellas niegan con vehemencia, por lo que ya han tomado las pertinentes acciones legales.

Sea como fuere, dentro de un tiempo, esperemos que no demasiado largo, los ciudadanos podrán acceder, finalmente, al interior del palacete objeto de tamaña disputa. Mientras tanto, y hasta finales del próximo mes, pueden visitar sus preciosos jardines, capaces de retrotraer en el tiempo a quienes por ellos se paseen.



Para saber más...

Después de Dios...Muñoz [en catalán], programa de 30 minuts, emitido por la Televisió de Catalunya en mayo de 2014, en el que se hace un exhaustivo análisis de la vida de Julián Muñoz Ramonet.




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