28 de noviembre de 2014

El Investigador Cultural propone hoy a...Friends and Art




El Investigador Cultural de esta semana presta su atención a Friends and Art, un espacio concebido para el disfrute del arte y la cultura.

Asociación sin ánimo de lucro creada en 2010, Friends and Art está constituida por un equipo de tres personas y sus principales objetivos son la difusión del arte y la cultura y convertirse en un punto de encuentro para todos aquellos interesados en esos campos.

Para lograr la consecución de esos objetivos, Friends and Art organiza eventos y diseña actividades varias a través de dos formatos:

  • El Arte de DescubrirApartado en el que se dan a conocer museos y centros culturales, exposiciones temporales de galerías de arte, etc.
  • El Arte de Vivir. Espacio con secciones tan interesantes como la gastronomía.
Desde sus orígenes, Friends and Art lleva organizando diferentes encuentros culturales que se hallan agrupados en su espacio "Eventos ya realizados". Entre esos eventos destacan:

  • Paseos y salidas como la Excursión por la Valladolid Mozárabe o Segovia
  • Catas y degustaciones
  • Visitas a museos y exposiciones 
Para los próximos meses, Friends and Art tiene programada toda una serie de interesantes actividades que pueden consultarse en su sección "Próximas Actividades":

  • "Estudio de restauración" y cena
  • "Sorolla"
  • "Colección Abelló"
  • "Alcalá de Henares" y comida 
Como no podía ser menos, Friends and Art está presente en el Web 2.0 a través de su perfil en Twitter  y su blog.

Animándoos, como siempre, a que echéis un vistazo a los enlaces proporcionados, os deseamos un muy feliz fin de semana cultural.


25 de noviembre de 2014

De paseo por Barcelona... Capella de Sant Llàtzer



Hoy Capella de Sant Llàtzer


  • Districte: Ciutat Vella; Barri: El Raval 




Historia del edificio

La Capella de Sant Llàtzer –la Capilla de San Lázaro en su traducción al castellano- es una de las pocas construcciones románicas que se conservan en la Ciudad Condal.

Compuesta por una única nave, con un ábside semicircular y con lesenas y arcadas lombardas, esta capilla fue erigida, al parecer, durante el siglo XII, aunque no existe ninguna constancia escrita que permita establecer la fecha exacta de su construcción.

La iglesia, que comparte más de una similitud arquitectónica con el Monasterio de Sant Pau, formaba parte del desaparecido Hospital de Mesells –o leprosería-, que fue, muy posiblemente, construido por el obispo Guillem de Torroja (1144-1171) a mediados del siglo XII, según consta en la primera reglamentación relativa al funcionamiento del hospital.

Estas dos construcciones benéficas –la iglesia y el hospital-, entonces alejadas del núcleo urbano, se hallaban ubicadas en la confluencia de las calles Carme y Hospital.

Fachada principal de la capilla. Plaça del Pedró

Durante el siglo XV, todos los hospitales de la ciudad de Barcelona fueron unificándose en uno, el Hospital de Santa Creu, por lo que el Hospital de Mesells fue perdiendo irremisiblemente la importancia de la que gozara antaño. No obstante, también en ese siglo, en 1475, se constata la ampliación de la capilla con la construcción de un nuevo altar diseñado por el artista Jaume Huguet y la progresiva urbanización del entorno hasta configurarse con un aspecto muy similar al que actualmente luce la zona donde se halla ubicada la iglesia.

Ya en el siglo XVI, en 1779, se añadió un nuevo retablo, el de Sant Cristòfol, que acompañaría los ya construidos y dedicados a Santa María, Santa Margarida y Sant Llàtzer.

Dado el mal estado en el que se encontraba la iglesia, en el siglo XVIII se realizaron nuevas reformas, como la construcción de la nueva capilla cuadrada del Santísimo, que daba a la calle Hospital, y la de su cúpula, de estilo barroco. Estos cambios también comportaron la construcción de un nuevo hospital muy cerca, en la calle Carmen, de donde se ubicara el antiguo Hospital de Mesells.

Ábside de la capilla. Calle de Sant Llàtzer

Paralelamente, en 1792, el fabricante indiano Erasme de Gòmina se encargó de procurar una nueva hornacina en la fachada principal del edificio –que aún hoy se conserva-, la instalación de un nuevo altar mayor -de estilo neoclásico y con imágenes de San Erasmo, San Ignacio y San Juan- y una nueva pavimentación del edificio.

Un siglo más tarde, las transformaciones urbanísticas del siglo XIX, destinadas a mejorar la salubridad urbana, habrían de hacer mella tanto en la capilla como en su entorno. Así, el antiguo cementerio parroquial fue sustituido por una plaza pública y, más tarde, se erigieron nuevos edificios en la calles Carme y Hospital que habrían de restar toda visibilidad al recinto románico, llegando al punto de añadirse una nueva fachada a la capilla para homogeneizarla con los edificios que la rodeaban.

Hace ahora poco más de una centuria, en 1913, dejó de impartirse el culto religioso en la iglesia, que, a partir de entonces, fue objeto de uso civil como almacén de maderas, muebles... Posteriormente, en la década de los 40 del pasado siglo, la fachada de la iglesia había desaparecido, su puerta principal daba entonces acceso a un local comercial y, de hecho, tan sólo sus muros y la vuelta del ábside en su interior habían logrado conservarse.

En la década posterior, los años 50, se inició por fin la recuperación de este edificio románico. El artífice de esta restauración fue el arquitecto municipal Adolf Florensa y, más tarde, la propia ciudadanía que, en los años 70, también aportó su granito de arena. De hecho, la gran manifestación vecinal de 1977 –con el lema Obrim Sant Llàtzer (Abramos San Lázaro), así como una ulterior exposición en la capilla sobre la historia del barrio y del propio edificio lograron la ansiada revalorización histórica y patrimonial de Sant Llàtzer.

En los años 80, la Capella de Sant Llàtzer fue finalmente recuperada por el Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona, que diseñaron planes de restauración que incluían todo el complejo arquitectónico, incluido el antiguo hospital. Los proyectos de restauración e intervención del conjunto monumental fueron acometidos, no obstante, ya en la década de los 90 y comportaron la restauración definitiva de la cúpula barroca de la Capilla del Santísimo.



Qué hay alrededor

Justo enfrente de la iglesia se halla la Plaça del Pedró, donde se erige la Fuente de Santa Eulàlia, dedicada a una de las patronas de Barcelona. Este monumento, considerado como el más antiguo de la ciudad, es obra de Benet Parés y Josep Darder.

Plaça del Pedró

La imagen de la santa fue, sin embargo, sustituida, por el estado lamentable en el que se encontraba la escultura –la cara era irreconocible y uno de sus brazos, el que sostenía la cruz, se había caído-, por otra creada por Llàtzer Tremullas i Lluís Bonifaç.

Ese nuevo diseño habría de ser destruido, no obstante, en 1936. La imagen que ahora luce el monumento es obra de Frederic Marés, quien la diseñara en 1951. En la actualidad, dada su indiscutible valía artística, está inscrita como Bien Cultural de Interés Local (BCIL) en el Inventario del Patrimonio Cultural catalán con el código 08019/523.

Fuente de Santa Eulàlia

Fuentes consultadas y de interés. Para saber más de la capella de Sant Llàtzer:

Venteo, Daniel. La Capella de Sant Llàtzer: història d'una redescoberta. Barcelona  Foment de Ciutat Vella : Ajuntament de Barcelona, DL 2010. ISBN 9789850276308.

Adell, Joan-Albert. Les Esglésies romàniques de Barcelona. Barcelona: Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona, 2010. ISBN 9770001744821.



21 de noviembre de 2014

El Investigador Cultural propone hoy a...LaTEAdeTRO




El Investigador Cultural presta esta semana su atención a La TEAdeTRO, una muy interesante iniciativa cultural surgida en el sector de las artes escénicas.

La TEAdeTRO, constituida como una asociación teatral sin ánimo de lucro, fue concebida por sus creadores como un espacio de desarrollo personal y artístico que elabora y distribuye sus propios espectáculos. Sus principales objetivos son, por tanto, la promoción de sus obras y creaciones –mediante la colaboración con diferentes organismos, públicos o privados, y colectivos más desfavorecidos- y la difusión del teatro como medio de cohesión social y cultural.

Esta asociación ha participado, y sigue participando, en el proyecto de Dinamización del Barrio Oeste de Rivas-Vaciamadrid y colabora con diferentes instituciones, como el Festival de Cuentacuentos de Rivas –con la obra La princesa que no cesa y el príncipe encantado de leer- o la Concejalía de la Mujer de Rivas -en actos contra la violencia de género. Además, y pese a su corta andadura, La TEAdeTRO fue merecedora, el pasado mes de abril, del segundo premio  -en la categoría de Mejor Puesta en Escena- del XVII Certamen Nacional de Teatro "José Sacristán" de Chinchón por su obra Travesías.

Antes de la obtención de tan merecido galardón, La TEAdeTRO se había estrenado con la realización de su primera obra, Dagda y su hija. En la actualidad, la asociación tiene dos obras en cartel –la premiada Travesías y El Médico a palos, que se pueden consultar en el pertinente apartado de su página web.

Como no podía ser menos, La TEAdeTRO está presente en las principales redes sociales:

Twitter  
Youtube  


Animándoos, como siempre, a que echéis un vistazo a los enlaces proporcionados, os deseamos un feliz fin de semana repleto de arte y cultura.


18 de noviembre de 2014

El libro de mi destino. Una lectura necesaria



Mucho antes de que el último sah de Persia, Mohammad Reza Pahlavi, pudiera ver incrementado su poder dictatorial gracias a la ayuda brindada por Estados Unidos –que lo consideraba como uno de sus mayores aliados en la zona-, Irán había iniciado un rápido proceso de modernización presionado por los dos países que habrían de ocupar su territorio durante la Segunda Guerra Mundial, Rusia –convertida ya entonces en la hoy extinta Unión Soviética- y el Reino Unido.

Ese aperturismo y occidentalización no sólo influyó en la producción artística del país –baste tan sólo comparar la carátula de un film producido durante el gobierno del sah con otro de algún largometraje rodado tras la revolución-, sino que, además, calaría muy hondo entre las clases medias y altas del país, especialmente las residentes en los grandes núcleos urbanos, como Teherán, que asistieron con horror al advenimiento de los Ayatollah y de cuya existencia daba parte Marjane Satrapi en su magnífica Persépolis, una novela gráfica que, convertida ya en un clásico en su género, sigue siendo uno de los mejores testimonios de aquel período histórico.

Criada en el seno de una familia erudita de Teherán, Parinoush Saniee, como su compatriota Satrapi, vivió muy de cerca los acontecimientos que marcarían el destino de su país en los años previos e inmediatamente posteriores a la revolución de 1979. Decidida a dar voz a esas jóvenes cuya adolescencia transcurrió paralela a aquellos convulsos momentos históricos, en los que ideologías varias enfrentaron posturas para derrocar al sah, Saniee decidió, hace unos años, volcarse en un proyecto literario singular, pues el argumento de El libro de mi destino, su primera novela, se gestó a partir de los muchos datos que, durante su larga trayectoria profesional en el campo de la sociología y psicología, había recabado para publicar sus estudios.

Lejos de escoger, sin embargo, a una protagonista con una extracción social y bagaje cultural similares a los suyos, Saniee se decantó por construir un personaje con unos antecedentes y una trayectoria muy diferentes. Su heroína, Masumeh, proviene, de hecho, de una familia muy religiosa cuyos miembros, una vez instaurada la república islámica, habrán de ocupar altos cargos, sin que ello vaya en menoscabo del ejercicio de la violencia perpetrada en el seno de sus propias familias. Una violencia que, en el caso de Masumeh es secundada por su propia madre, quien no dudará en obligarla a casarse con un hombre al que nunca antes había visto y junto al que vivirá los peores y mejores momentos de una vida estrechamente ligada al devenir histórico de Irán.

Narrada en primera persona e hilada con una prosa sencilla y desprovista de todo artificio, El libro de mi destino resulta una lectura recomendable para todos los amantes de la historia, especialmente los interesados en la realidad de un país en el que un gobierno de juristas-teólogos impone, desde hace décadas, una determinada visión del mundo que choca con el sentir de muchos ciudadanos, como la propia Saniee, cuyas obras están prohibidas en Irán a pesar de que esta primera novela se haya convertido, aun prohibida su reedición, en uno de los libros más leídos en su país, amén de haberse hecho, en el extranjero, con el favor de la crítica y el público.

Sería injusto, no obstante, tachar El libro de mi destino como una obra partidista o adscrita a una determinada corriente ideológica. No podemos resistirnos por ello a la inclusión de un párrafo que nos resulta totalmente lúcido y que impele a más de una de una reflexión: La ideología pura es una trampa; te convertirá en una persona con prejuicios, impedirá que te formes tu propio criterio y tus propias opiniones, y te hará tendencioso. Y al final te convertirá en un fanático (pág. 369. Editorial Salamandra). 


14 de noviembre de 2014

El Investigador Cultural propone hoy a...Investigart




El Investigador Cultural de esta semana se desplaza hasta Madrid para presentar a InvestigArt, una empresa cultural dedicada al mundo del arte.

Esta iniciativa está constituida por un grupo de profesionales con una muy amplia formación humanística y relacionada con diferentes disciplinas intrínsicamente relacionadas con el arte, como la investigación, la restauración o la conservación.

Por ello, los servicios ofrecidos por InvestigArt son los de consultoría, restauración y conservación de piezas de arte, investigación en arte e historia, consultoría, gestión y difusión de colecciones de arte a través de las nuevas tecnologías y las redes sociales. Todos esos servicios se estructuran, de hecho, en su página web:

Investigación y asesoramiento. Asesoramiento en la adquisición de obras de arte y evaluación de piezas artísticas mediante su autentificación, datación, documentación y valoración de su estado de conservación y tasación.

Restauración de obras artísticas como pinturas, esculturas, etc.

Difusión mediante el Web 2.0 y a partir de diferentes acciones que figuran en su página web:

  • Apertura de cuentas en redes sociales como Facebook, Twitter, Storify, Linkedin, etc. Dependiendo del target de la institución y de su público potencial.
  • Diseño de las cuentas para que éstas resulten atractivas al público.
  • Mantenimiento activo de las cuentas dando difusión de la historia de la institución y de sus actividades culturales.
  • Creación de un sistema de suscripción y de newsletter para mantener a los interesados al tanto de las actividades culturales.
Por otra parte, InvestigArt, como toda iniciativa cultural nacida en la era del Web 2.0, está muy presente en la red gracias a diferentes canales utilizados para difundir su proyecto, como:

Blog 
Twitter  
Storify   


Animándoos, como siempre, a que consultéis los enlaces proporcionados, os deseamos un feliz fin de semana repleto de arte y cultura. 


11 de noviembre de 2014

La belleza cautiva. Pequeños tesoros del Museo del Prado. Una exposición única



Si bien casi todos los grandes museos del mundo cuentan con instalaciones de gran capacidad expositiva, muchos de ellos jamás llegan a colocar en aquéllas la totalidad de su valioso y voluminoso fondo artístico. El Museo del Prado no se constituye, de hecho, como una excepción y son muchas las obras que jamás –o en muy pocas ocasiones- se han mostrado al público.

Por ello, no puede menos que celebrarse con alborozo el diseño y ejecución de una exposición como La belleza cautiva. Pequeños tesoros del Museo del Prado, nacida de la colaboración entre La Obra Social “la Caixa” y la reputada pinacoteca, y albergada en la actualidad, y hasta el 5 de enero, por CaixaForum de Barcelona.

Esta espléndida muestra artística tiene como eje conductor obras de pequeño formato. Piezas que, dadas sus reducidas dimensiones, casi nunca han pendido de las paredes del museo ni lucido en vitrinas, aunque, a veces, sí hayan podido formar parte de alguna exposición temporal en algún otro espacio museístico de reconocida fama.

Las obras seleccionadas, 135 en total, entre pintura, escultura o dibujos, fueron facturadas durante un amplio período histórico –desde el siglo XIV hasta el XIX- y, por ende, los soportes y técnicas empleados son diversos y sus temáticas sumamente variadas, desde la religiosa a la costumbrista, pasando por la mitológica, paisajística o retratos. Todas ellas, además, están firmadas por artistas tan ilustres como Francisco de Goya, El Greco, Tiziano, Rubens, Marià Fortuny o Diego Velázquez.

Magníficamente comisariada, la exposición se articula en torno a siete espacios que conducen al visitante por un trayecto fascinante en el tiempo que muestra la evolución de un arte que, dado su tamaño, fue casi siempre concebido para ser contemplado en espacios privados.

Persiguiendo recrear ese ambiente íntimo en el que la mayor parte de aquellas obras fueron expuestas, los responsables de esta muestra se han valido de un excelente y cuidado diseño de montaje expositivo que permite al visitante contemplar y deleitarse con todas y cada una de las obras seleccionadas. Y si bien siempre aludimos a ese poco o escaso uso de las más modernas tecnologías en los espacios museísticos de nuestro entorno, en esta ocasión no podemos menos que felicitar a sus organizadores por prescindir de ellas, pues su inclusión habría desvirtuado el propio sentido de una exposición de estas características, máxime porque las obras seleccionadas impelen a una contemplación minuciosa y cercana que cualquier uso de una herramienta servida en un dispositivo móvil podría dificultar e, incluso, impedir. Tan sólo, y con más de un pero, habría estado justificada la presencia de esas herramientas en la presentación de aquellos bocetos que, firmados por reconocidos artistas, dieron pie a obras de gran formato, plagiadas, a veces, o modificadas, otras tantas, por sus propios autores en aras de conseguir un determinado efecto entre sus futuros admiradores.

La belleza cautiva. Pequeños tesoros del Museo del Prado es, en definitiva, una exposición fascinante que ningún amante del arte debería perderse, especialmente porque, muy posiblemente, sea ésta la única ocasión que tenga de contemplar un conjunto de obras únicas y mostradas de una forma tan excepcional.


7 de noviembre de 2014

El Investigador Cultural propone hoy a...Migrar es Cultura


El Investigador Cultural de esta semana presta su atención a un muy interesante proyecto centrado en la difusión cultural, Migrar es Cultura.

Coordinada por el Museo de América, esta iniciativa cultural pretende abarcar todo el ámbito iberoamericano y se constituye como una espacio virtual cuyo principal objetivo es incidir en la importancia de la migración en el desarrollo de la cultura. Para ello, Migrar es Cultura busca, tal y como consta en su página web, recoger y mostrar la diversidad y el enriquecimiento cultural que se producen a través de la migración. Así, gracias a este proyecto, cualquier persona puede compartir sus experiencias relacionadas con migración y cultura.


Los participantes pueden crear una historia, aportando vídeos, fotografías o textos, o bien comentar las historias creadas por otros usuarios de esta plataforma. La temática de estas aportaciones, además, es muy variada y los relatos de los participantes pueden versar sobre música, gastronomía, poesía o arte.

Todas esas historias –en la actualidad, más de 500- se encuentran ordenadas bajo diferentes criterios: canales temáticos –arte, cine, música, etc.-, por origen o destino geográfico o por búsqueda directa mediante una palabra clave.

Migrar es Cultura cuenta con el apoyo de diferentes benefactores y patrocinadores, tanto a título personal como empresarial o institucional. Entre estos últimos, destaca la Secretaría de Estado de Cultura, los Amigos del Museo de América o la Fundación Botín. Además, también tiene el apoyo de diversos colaboradores, como, por ejemplo, el Instituto Cervantes de Palermo.

Como no podía ser menos, Migrar es Cultura hace uso de las principales redes sociales:

Twitter   

Animándoos, como siempre, a consultar los enlaces proporcionados, os deseamos un feliz fin de semana repleto de arte y cultura.


4 de noviembre de 2014

Museu Egipci de Barcelona. Una visita imprescindible



Fundado por Jordi Clos –director de la cadena hotelera Derby Hotels-, el Museu Egipci de Barcelona –Museo Egipcio, en su traducción al castellano- ha logrado convertirse en todo un referente en su temática, el Antiguo Egipto. De hecho, cuando fuera inaugurado, hace poco más de dos décadas, no existía en el territorio español ningún espacio museístico especializado en el arte y cultura egipcios de ese fascinante período histórico.

Este singular museo, además, se constituyó, desde su propia génesis y a través de la Fundación Arqueológica Clos –a la que se halla indisolublemente unido, como una entidad privada sin ánimo de lucro y financiada gracias a las muchas actividades generadas en torno a su importante colección.

En la actualidad, el museo se ubica en pleno centro del emblemático barrio del Eixample, concretamente en un edificio que, sito en la calle Valencia, cuenta con más de 2000 metros cuadrados, divididos en tres plantas, dos dedicadas a albergar el importante fondo y una tercera reservada para las exposiciones temporales. A ello habría que añadir las tres aulas de formación, la importante biblioteca de la fundación y una tienda con artículos relacionados con la temática del museo.

Si bien el visitante que acuda a esas instalaciones podría echar en falta una mayor apuesta por el uso de las nuevas tecnologías aplicadas a la disposición expositiva del fondo permanente, el Museu Egipci puede presumir de una distribución impecable de sus obras –por completo ajena al horror vacui mostrado por algunos espacios museísticos o al exceso minimalista del que hacen alarde otros tantos- y de contar con los medios necesarios –ascensor, pasarelas, rampas, etc.- para que el centro pueda ser visitado por todo el mundo.

El Museo Egipci, por otra parte, no limita su labor a la que es propia de cualquier espacio expositivo, la conservadora, sino que, además, cumple con una misión educativa –al albergar la Escuela de Egiptología, el primer centro privado de España de enseñanza en esa temática-; investigadora –ya que cuenta con un campus arqueológico sito a pocos kilómetros de Barcelona-; y social, gracias a las muchas actividades que, ideadas para un público segmentado por edades, son secundadas, en muchas ocasiones, por las actuaciones de la compañía de teatro amateur del museo, Philae Theatrum.

Entre las diferentes exposiciones temporales programadas por el Museu Egipci –muchas de ellas cedidas a otros espacios expositivos-, destaca Tutankhamon. Historia de un descubrimiento, que se puede visitar hasta finales de este mes.
                    

Como  su título indica, esta exposición conmemora el noventa aniversario de uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes de todos los tiempos, por lo que resulta una visita obligada para todos los amantes del arte y la historia, especialmente por su fascinante disposición expositiva, que cuenta con una cuidadísima distribución de las piezas, tanto las pertenecientes al fondo permanente como las recopiladas para la ocasión –numerosas fotografías acompañadas por fragmentos del diario del que se considera el principal artífice del hallazgo, Howard Carter, e, incluso, una maqueta que reproduce con todo lujo de detalles el complejo funerario en el que se hallaron los restos del faraón.

Momento en el que el ataúd del faraón fuera abierto por Howard Carter.
 La imagen, hoy en poder del Archivo Fotográfico del “The New York Times”,
 forma parte del conjunto de fotografías recogidas para esta exposición

La muestra cuenta, además, con una excelente contextualización histórica, que incluye los numerosos titulares de la época, que ilustran el gran impacto mediático que generó el descubrimiento y su posterior asociación con una terrible maldición.


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