25 de noviembre de 2014

De paseo por Barcelona... Capella de Sant Llàtzer



Hoy Capella de Sant Llàtzer


  • Districte: Ciutat Vella; Barri: El Raval 




Historia del edificio

La Capella de Sant Llàtzer –la Capilla de San Lázaro en su traducción al castellano- es una de las pocas construcciones románicas que se conservan en la Ciudad Condal.

Compuesta por una única nave, con un ábside semicircular y con lesenas y arcadas lombardas, esta capilla fue erigida, al parecer, durante el siglo XII, aunque no existe ninguna constancia escrita que permita establecer la fecha exacta de su construcción.

La iglesia, que comparte más de una similitud arquitectónica con el Monasterio de Sant Pau, formaba parte del desaparecido Hospital de Mesells –o leprosería-, que fue, muy posiblemente, construido por el obispo Guillem de Torroja (1144-1171) a mediados del siglo XII, según consta en la primera reglamentación relativa al funcionamiento del hospital.

Estas dos construcciones benéficas –la iglesia y el hospital-, entonces alejadas del núcleo urbano, se hallaban ubicadas en la confluencia de las calles Carme y Hospital.

Fachada principal de la capilla. Plaça del Pedró

Durante el siglo XV, todos los hospitales de la ciudad de Barcelona fueron unificándose en uno, el Hospital de Santa Creu, por lo que el Hospital de Mesells fue perdiendo irremisiblemente la importancia de la que gozara antaño. No obstante, también en ese siglo, en 1475, se constata la ampliación de la capilla con la construcción de un nuevo altar diseñado por el artista Jaume Huguet y la progresiva urbanización del entorno hasta configurarse con un aspecto muy similar al que actualmente luce la zona donde se halla ubicada la iglesia.

Ya en el siglo XVI, en 1779, se añadió un nuevo retablo, el de Sant Cristòfol, que acompañaría los ya construidos y dedicados a Santa María, Santa Margarida y Sant Llàtzer.

Dado el mal estado en el que se encontraba la iglesia, en el siglo XVIII se realizaron nuevas reformas, como la construcción de la nueva capilla cuadrada del Santísimo, que daba a la calle Hospital, y la de su cúpula, de estilo barroco. Estos cambios también comportaron la construcción de un nuevo hospital muy cerca, en la calle Carmen, de donde se ubicara el antiguo Hospital de Mesells.

Ábside de la capilla. Calle de Sant Llàtzer

Paralelamente, en 1792, el fabricante indiano Erasme de Gòmina se encargó de procurar una nueva hornacina en la fachada principal del edificio –que aún hoy se conserva-, la instalación de un nuevo altar mayor -de estilo neoclásico y con imágenes de San Erasmo, San Ignacio y San Juan- y una nueva pavimentación del edificio.

Un siglo más tarde, las transformaciones urbanísticas del siglo XIX, destinadas a mejorar la salubridad urbana, habrían de hacer mella tanto en la capilla como en su entorno. Así, el antiguo cementerio parroquial fue sustituido por una plaza pública y, más tarde, se erigieron nuevos edificios en la calles Carme y Hospital que habrían de restar toda visibilidad al recinto románico, llegando al punto de añadirse una nueva fachada a la capilla para homogeneizarla con los edificios que la rodeaban.

Hace ahora poco más de una centuria, en 1913, dejó de impartirse el culto religioso en la iglesia, que, a partir de entonces, fue objeto de uso civil como almacén de maderas, muebles... Posteriormente, en la década de los 40 del pasado siglo, la fachada de la iglesia había desaparecido, su puerta principal daba entonces acceso a un local comercial y, de hecho, tan sólo sus muros y la vuelta del ábside en su interior habían logrado conservarse.

En la década posterior, los años 50, se inició por fin la recuperación de este edificio románico. El artífice de esta restauración fue el arquitecto municipal Adolf Florensa y, más tarde, la propia ciudadanía que, en los años 70, también aportó su granito de arena. De hecho, la gran manifestación vecinal de 1977 –con el lema Obrim Sant Llàtzer (Abramos San Lázaro), así como una ulterior exposición en la capilla sobre la historia del barrio y del propio edificio lograron la ansiada revalorización histórica y patrimonial de Sant Llàtzer.

En los años 80, la Capella de Sant Llàtzer fue finalmente recuperada por el Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona, que diseñaron planes de restauración que incluían todo el complejo arquitectónico, incluido el antiguo hospital. Los proyectos de restauración e intervención del conjunto monumental fueron acometidos, no obstante, ya en la década de los 90 y comportaron la restauración definitiva de la cúpula barroca de la Capilla del Santísimo.



Qué hay alrededor

Justo enfrente de la iglesia se halla la Plaça del Pedró, donde se erige la Fuente de Santa Eulàlia, dedicada a una de las patronas de Barcelona. Este monumento, considerado como el más antiguo de la ciudad, es obra de Benet Parés y Josep Darder.

Plaça del Pedró

La imagen de la santa fue, sin embargo, sustituida, por el estado lamentable en el que se encontraba la escultura –la cara era irreconocible y uno de sus brazos, el que sostenía la cruz, se había caído-, por otra creada por Llàtzer Tremullas i Lluís Bonifaç.

Ese nuevo diseño habría de ser destruido, no obstante, en 1936. La imagen que ahora luce el monumento es obra de Frederic Marés, quien la diseñara en 1951. En la actualidad, dada su indiscutible valía artística, está inscrita como Bien Cultural de Interés Local (BCIL) en el Inventario del Patrimonio Cultural catalán con el código 08019/523.

Fuente de Santa Eulàlia

Fuentes consultadas y de interés. Para saber más de la capella de Sant Llàtzer:

Venteo, Daniel. La Capella de Sant Llàtzer: història d'una redescoberta. Barcelona  Foment de Ciutat Vella : Ajuntament de Barcelona, DL 2010. ISBN 9789850276308.

Adell, Joan-Albert. Les Esglésies romàniques de Barcelona. Barcelona: Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona, 2010. ISBN 9770001744821.



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